Rectoral de Anllo, la casa señorial más riquiña de la Ribeira Sacra.

Rectoral de Anllo, construída en 1787 y habitada por un hidalgo sin descendencia, el señor de Lasana. Un hidalgo con gustos italianos, que hace única esta casa en la Ribeira Sacra.

Situada en el corazón de la Ribeira Sacra, la Rectoral de Anllo, goza de un lugar estratégico para descubrir todo el paraíso paisajístico y arquitectónico a orillas del Sil y del valle del Cabe.

Por delante de la casa pasan dos caminos para disfrutar de unas rutas de senderismo, el camino que viene desde la aldea Sigüeneira, y el camino de Rosende, que nos lleva directos hasta los molinos de Xábrega y el mirador de Os Chancís.

Cuentan los historiadores, que este hidalgo sin descendecia, dejó la casa a la iglesia. Gracias a su situación en la ¨zona de influencia¨del Monasterio de Santo Estevo, pudo ser utilizada como ¨sede¨del monasterio para cobrar los impuestos, centralizar los cereales, la caza, la pesca… y posteriormente trasportar todo al monasterio por el camino real que desciende hasta la aldea de A Barca.

Conocida como A Barca, porque era el punto por donde se cruzaba el Sil con una pequeña barca para seguir camino hasta Santo Estevo.

La Rectoral de Anllo, como os contaba antes, tiene unos toques italianos en un lugar único en la casa.

Donde antes descansaban todos los santos del párroco, ahora tenéis un rinconcito para meditar rodeado de auténticos frescos del S.XVII. Frescos originales de la casa que también se conservan en las puertas de madera. Algo expectacular y único en una casa rural en la Ribeira Sacra.

Este rinconcito en la Ribeira Sacra lo regentan Javier y Nacho, ellos, la casa y el entorno; hacen que sea un turismo riquiño de los más molones. Una historia de enamoramiento de esta zona que surgió en un viaje.

Aprovechando una visita a la Ribeira Sacra con Keka y Alejandro de Siltrip, descubrieron y se enamoraron de la casa, y en unas semanas estaban dejando sus trabajos en Madrid y mudando sus vidas a la Ribeira Sacra.

Esta unión tan repentina entre dos forasteros y el entorno, hacen que nuestra visita a la Rectoral de Anllo sea inolvidable. Aprovechando al máximo el potencial natural, sacan todo el jugo a la casa y sus terrenos para hacernos una estancia especial. Desde lugares para descansar bajo un árbol, hasta sabores en nuestro paladar recién obtenidos de la huerta que tienen al lado de la casa.

Productos naturales que plantan y cuidan con mucho mimo para llevarlos a los platos que nos servirán.

La casa es tan grande y espaciosa que es perfecta para esas escapadas en pareja o amigos y no moverse de ella durante nuestra estancia.

Las noches de calor disfrutas de su terraza con sofás, la terracita de verano en el jardín con hamacas… y las noches frías te acurrucas en el salón al fuego de la lareira.

Cada espacio de la casa es una galería de arte, decorada con cariño por Javier y Nacho.

Cada habitación te infunde un golpe de energía con esos colores, estancias tan acogedoras con vistas a la naturaleza, que cuando cae la noche, la palabra dormir y descansar, las gozas en todos los sentidos.

Habitaciones con todas las comodidades: calefacción, wifi, baños completisimos… cuentan con cunas para peques, suelos de madera y dos habitaciones habilitadas para nuestros compis perrunos.

Pero antes de irnos a dormir nos falta mucho que contar…

Estando en la Ribeira Sacra no pueden faltar los viñedos que rodeen la casa :-), unos viñedos que aprovechan Nacho y Javier para producir su propio vino. Un mencía, y un godello con uva jeréz. Tomarnos su vino en la terraza mientras esperamos para cenar es :-)…

Si antes os hablaba que Javier y Nacho aprovechan la casa y el entorno para haceros una estancia muy agradable, cuando os sentéis a cenar, lo comprobaréis de todo.

Haciendo de la unión de la Ribeira Sacra, con su naturaleza, sus productos, su riqueza gastronómica, su gente… obtienen una cocina tradicional e innovadora. Una cocina capitaneada por una experta cocinera de Rosende y la ayuda de Nacho.

Cada día de la estancia los platos irán variando, lo mejor, sentarse en una mesa de las antigüas caballerizas y esperar, deja que Nacho te sorprenda.

Durante mi estancia, no babéis el móvil o el teclado del ordenador :-), me tocó sufrir la deliciosa gastronomía de la casa. Aprovechando los productos que plantan en su huerto, su vino y toda su riqueza gastronómica, se traduce en:

Caldo, salteado de verduras con queso del Cebreiro, solomillo de cerdo con reducción de Amandi, piperrada de queso, salmorejo, lubina y helado de castaña con compota de manzada.

Después de todo este placer para el paladar, llega el descanso.

Si la cena era un aprovechamiento de los recursos gastronómicos del entorno, el desayuno no se queda atrás. Mermeladas caseras, frutas recién seleccionadas del árbol, bizcochos caseros, membrillo casero… es un, de la huerta a la mesa. Y todo esto después de despertar asi:

Quedarse en la Rectoral de Anllo, es una de escapadas a la Ribeira Sacra que te trasmiten ese algo que sabes que quieres volver y que lo harás. Javier y Nacho te acogerán en su casa con mucho cariño, te explicarán lo que puedes hacer, te recomendarán, y te darán de cenar exquisiteces… entra aquí y compruébalo tu mismo.

Si queréis acompañar vuestra estancia en la Rectoral de Anllo con algún paseo, actividad, visitar una bodega, tanto como Javi o Nacho os asesorarán muy bien. Yo os dejo unas recomendaciones aquí.

Tenéis mucha naturaleza para disfrutar y mucho románico para descubrir a través de pequeñas iglesias y monasterios.

Una recomendación a 40 min. de la Rectoral cruzando el Sil camino de Castro Caldelas, es la famosa fábrica de luz y las pasarelas del Río Mao.

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